sábado, 31 de julio de 2010

¡Olvídate de mí!


Feliz es el destino de las vírgenes vestales, pues olvidan al mundo y el mundo las olvida a ellas; Brillo eterno de la mente inmaculada, cada oración aceptada y cada deseo renunciado.

Qué desperdicio haber pasado tanto tiempo con una persona sólo para averiguar que es una extraña.

Benditos sean los olvidadizos, pues superan incluso sus propios errores.

¿Porqué me enamoraré siempre de la primera mujer que veo y me presta la más mínima atención?

Hablar sin parar no significa comunicarse.

Por favor, déjame conservar este recuerdo... solo este.

Muchos hombres creen que soy un concepto o quizás que les complemento o que voy a darles vida, solo soy una mujer jodida que busca su paz de espíritu, no me asignes la tuya.

Si quieres estar conmigo, sera conmigo.

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