domingo, 6 de junio de 2010

300


Muchachos, ¡atended! No hay retirada, no hay rendición. ¡Esa es la ley espartana! Y como exige la ley espartana, nos quedaremos y lucharemos. Y moriremos. Una nueva era comienza. Una era de libertad. Y el mundo sabrá que 300 espartanos dieron su vida por defenderla.

El mundo sabrá que que unos hombres libres se enfrentaron a un tirano, que unos pocos se enfrentaron a muchos. Y sabrá antes de que acabe esta batalla que incluso un rey puede sangrar.

Somos espartanos, descendientes del mismo Hercules. Nos han enseñado a no retirarnos nunca, a no rendirnos nunca. Nos han esneñado que la muerte en el campo de batalla es la mayor gloria que podriamos conseguir. Espartanos: los mejores soldados que el mundo haya conocido.

─ ¿Amenazáis a mi pueblo con la esclavitud y la muerte?
─ Es una locura.
─ ¿Una locura? ¡¡ESTO ES ESPARTA!!

Espartano. Vuelve con tu escudo o sobre él.

¡Aquí es donde les contendremos"! ¡Aquí es donde nosotros lucharemos! ¡Y aquí es donde ellos morirán!

¡Espartanos! ¡Disfrutad de vuestro desayuno, porque esta noche cenaremos en el Infierno!

El miedo siempre está presente, pero aceptarlo te hace más fuerte.

- ¡Las mil naciones del Imperio Persa caerán sobre vosotros! ¡Nuestras flechas ocultaran el sol!
- Pues lucharemos a la sombra.

No son 300 hombres, son 300 espartanos.

Esa era su única esperanza, que a toda alma libre que pase por ese lugar, en los innumerables siglos que están por llegar, desde las piedras milenarias, nuestras voces puedan susurrar, decid a los Espartanos caballeros que aquí por la ley espartana, yacemos. Así falleció mi Rey y también mis hermanos hace apenas un año. Mucho he reflexionado sobre las enigmáticas palabras de victoria por parte de mi Rey, el tiempo le ha dado la razón. ¡Y de griego libre a griego libre se transmitió el mensaje de que el valeroso Leónidas y sus 300 hombres, tan lejos del hogar, entregaron la vida, no sólo por Esparta sino por toda Grecia y por la promesa que este país representa! Y aquí, ahora, en esta escarpada tierra llamada Platea, ¡las hordas de Jerjes se enfrentan a la aniquilación !!!!!! Ahí están los barbados desalmados con el corazón encogido y tembloroso el pulso, aterrorizados, pues son conscientes del despiadado y brutal horror que sufrieron frente a las espadas y lanzas de los 300 y ahora desde el otro lado de la llanura contemplan a diez mil Espartanos a la cabeza de treinta mil Griegos libres. El enemigo únicamente nos triplica en número, alentador para cualquier Griego. En este día liberamos al mundo del misticismo y la tiranía y damos la bienvenida al futuro más esperanzador que hayamos imaginado. Demos las gracias a Leónidas y a sus 300 valientes ¡¡¡Hacia la VICTORIA!!!

1 comentarios:

Unknown dijo...

Menudo peliculón.

Gracias por estos versos.

Un abrazo

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